MARIA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

HERMANDAD Y COFRADIA SERVITA

SEDE CANÓNICA: Parroquia-Santuario de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Patrón de la ciudad. (Plaza del Calvario). Se venera en el crucero derecho de la nave del Evangelio. Ocupa el camarín central de un artístico retablo erigido por la Hermandad en 1771, de estilo barroco-rococó, obra del escultor y retablista lucentino Pedro de Mena y Gutiérrez. Cofrade Mayor: Antonio Torres García.

DIA DE SALIDA: Viernes Santo (mañana y tarde). Cierra la Estación Penitencial de la cofradía matriz de Jesús Nazareno, tras los otros pasos y el desfile de Figuras Bíblicas, incorporadas en una ordenación histórico-cronológica y de simbología alegórica.

RESEÑA HISTORICA: En el seno de la Cofradía de Jesús Nazareno (fundada en 1595) se fueron agregando las hermandades de la Verónica, Magdalena, San Juan y la Dolorosa a lo largo del siglo XVII, interviniendo en los “Sermones” y rituales escenificaciones. Así se documenta en las actas y registros de cuentas de la misma. En el siglo XVIII alcanza preminencia. En el archivo general del Obispado consta sus primeras Reglas como Hermandad autónoma, otorgadas en 1769, celebrando el XXL Aniversario del pasado 2019.

En 1956, se vincula a la ORDEN DE LOS SIERVOS DE MARIA, cuyos títulos y carismas ostenta y mantiene. Ese mismo año el Obispo Fray Albino, la eleva al rango de Cofradía.

IMAGEN: Según se afirma en los “Apuntes históricos” la primitiva pasó a ser de la Guía, perdiéndose en 1936. Según las mismas fuentes, la actual pudo llegar a Puente Genil en las dos primeras décadas del siglo XIX. Es talla ANÓNIMA de excelente calidad. Por similitud en sus rasgos iconográficos se ha relacionado con las Dolorosas documentadas del influyente círculo antequerano de Miguel Márquez García (1767-1826). Milagrosamente salvada del incendio del templo, reparándose la policromía y sustituyéndole las manos cruzadas. En 1986 fue sometida a una profunda restauración, recobrando la encarnadura original, por el ilustre imaginero Antonio Dubé de Luque.

ICONOGRAFIA E ICONOLOGÍA: Tal y como evidencian las fotografías antiguas su impronta primitiva es la de una Dolorosa hermosísima, con intenso dolor reflejado en su rostro, ojos grandes; con una mirada llena de angustia buscando a su Hijo, comprimiendo su vientre con las manos cruzadas de exquisita hechura. Las manos abiertas y la ampliación del paso de palio la acercaron en los años cuarenta a la estampa de las Dolorosas sevillanas. En los últimos años se han recuperado las manos juntas tanto en cultos internos como en eventos significativos. Así aparece en esta celebración extraordinaria.

PASO PROCESIONAL:  El primer paso de palio, de estilo gótico flamígero con seis varales, fue realizado en plata por la Casa Meneses de Madrid. La perdida de buena parte de su rico patrimonio (manto, saya y corona) en 1936 llevó a una ampliación, en 1940, con diez varales, así como la repisa del mismo estilo y un palio de terciopelo azul bordado en seda. También la corona imperial en plata sobre dorada del orfebre cordobés Díaz Roncero. En 1953 el palio es sustituido por uno de malla transparente, bordado en plata por las RR.HH. Adoraciones de Córdoba, completándose en 1964 con el fastuoso manto de cola –azul pavorreal- bordado en oro fino y pedrería por las RR.HH. Filipenses, joya de nuestra Semana Santa. Aunque era portado por bastoneros en la actualidad lo hace por tracción mecánica.

En 2019 – CCL Aniversario y en esta ocasión extraordinariamente- se ha recreado una réplica del paso de finales del siglo XIX con palio de tumbilla cupulado, el repisón plateado de 1890 y llevado por hermanos bastoneros. Así mismo la indumentaria de la Imagen con manos cruzadas, diadema y el estreno de un manto azul bordado en oro. Vestidor: Fructuoso del Val de la Torre.

HABITO PENITENCIAL E INSIGNIDAS DESTACADAS: Los hermanos de esta cofradía mantienen el estilo tradicional de Puente Genil: Túnicas de color azul -ceñidas por cinturones de color granate, muchos de ellos bordados- capillos, algunos con lazos negros en el cuello.

Todos llevan la insignia de la Orden Servita. Muy original la Cruz de Guía, tallada en caoba. Muy valioso el estandarte -de mástil gótico y terciopelo azul bordado en oro fino-, medallón en plata repujada e iconografía de la Virgen.

MOMENTOS DESTACADOS: La salida a la luz del alba, interpretándose la “Diana”, las saetas coreadas y cánticos de la Hermandad. La subida de la tarde por las calles Aguilar y Amargura, acompañada por el Imperio Romano. Y el encuentro en el pórtico con el Patrón entre vivas y saetas a su recogida.

“Alondras y ruiseñores

canta al venir el día

y en el cáliz de las flores

beben lágrimas que envía

la Virgen de los Dolores”

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